lunes, 28 de septiembre de 2009

Entre el efectismo y lo intrafigurativo


Pienso que el trabajo que estoy desarrollando deja algunos indicios o elementos que pueden definirlo. Mi obra refleja -en este momento- ese apego a las experiencias y emociones de un mundo pasado que se queda impregnado en los recuerdos, nada excepcional tal vez para algunos, pues de ese mundo imaginario y onírico es de donde vienen casi todos los motivos con que algunos hacemos objetos de arte; pero no todo es recuerdos simplemente, no tiene sentido -por lo menos para mí- fotografiar esos cuadros fugaces y convertirlos en obras, más bien es reinterpretar esos recuerdos, desnudar esas emocionalidades, describir nuevas posibilidades de los sentidos, generando con ello unas nuevas posibilidades de experiencia, algo así como ir de la representación basada en referentes previos a la generación de nuevos esquemas empíricos, sensoriales (EXPERIENCIA PREVIA -> OBRA -> SENSORIALIDAD -> NUEVA EXPERIENCIA). También en la música encuentro una poderosa fuente de motivación hacia el trabajo pictórico, esto no me es fácil como a un@s amig@s a quienes si se les hace mucho más accesible; pero no puedo dejar de decir que es una forma interesante y muy creativa de generar unos discursos pocos obvios; he hecho ejercicios con olores, estos están más cerca de los recuerdos y a su vez a muchos referentes empíricos que se asocian con colores, formas y demás elementos. Por más no está mal decir que me es inevitable, desligarme del trabajo del cuerpo y el movimiento, la anatomía, la sensualidad y la cinética compenetradas en una danza estética; el desafío por vencer la gravedad y todas las leyes que agobian la naturaleza del ser. Los seres son eso, seres que aunque anatómicamente marcan diferencia de sexo, no sucumben ante el poder de la sublimación; su corporalidad se confunde con la de su otro, el cuerpo opaco se revela ante la traslucida transparencia de la desnudez flotante, el cuerpo y el espacio son el neuma, aíre fluido y vaporizado que se detiene en un instante de vano encanto, la corporeidad es la manifestación de la espiritualidad.

A veces le temo al trabajo de la auto clonación, el encerrarme en un mono tema que gire de manera viciosa en su propio centro y agote todo sentido o avance; pero al mismo tiempo veo la necesidad de explorar profundamente; registrar las voces de los criterios que permiten avanzar, silenciar aquellos que agobian, fundirse en esa danza entre la pintura y el artista.

Ya como lo apunte al principio, algunos términos pueden estar describiendo mi intencionalidad sobre la representación de mis obras. A continuación expongo algunas de ellas.

Efectismo: causado por el procedimiento y los recurso empleados para impresionar fuertemente -o más allá de lo que se espera- sobre los sentidos y por ende en el ánimo, siempre y cuando estos mecanismos tengan la eficiencia para lograrlo, básicamente a través del uso de efectos visuales, tales como: exageración de la forma, exaltación de los tonos, de las texturas, profundidades, planos, transparencias, elementos complementarios, etc. Mediantes los cuales se pretende generar una especie de sobresalto o nudo sobre el entendimiento lógico de lo que se presenta ante los sentidos, en este caso ante la vista; creando una dualidad entre descubrir el sentido y dejar que surjan un sin fin de interpretaciones.

El cuadro, está compuesto esencialmente por 3 elementos, figura (humana), fondo (el cosmos) y elementos complementarios (objetos cotidianos), los cuales describen un espiral que de manera concéntrica o excéntrica busca girar al infinito.

Intra Figuratismo:

Busca la representación de los entes que componen el universo interno, interpretándolo dentro de las realidades subjetivas; a través del mimetismo de las sensaciones y emociones, las transformaciones de los objetos sin referencia al espacio que lo define.

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